Ésta vez, la sesión 12+1 se sucedía entre dos viejos conocidos, los cuales, ambos somos fotógrafos y ambos debíamos fotografiar y ser fotografiados, el uno por el otro. Fue un reto interesante, llevar a cabo esa 12+1 tras posar antes yo, mi primera vez. 

Una experiencia muy intensa, de la que pude aprender mucho. Xavi me cuidó tanto y tan bien, me conoce bien, me comprende, y eso me hizo sentirme tranquila aún y mis grandes reparos por posar ante una cámara. Estoy feliz de que mi primera sesión fuera en manos de Xavi.

Y luego vino la 12+1 de Xavi.

Él es un gran artista, con una pasión profunda por capturar la belleza que existe bajo el agua, me fascina su mirada..! Para contaros esta experiencia, estoy revisando su web, y es un paseo tan inspirador… hay magia y mimo, en iguales proporciones, nace de él y lo desprende sin poderlo evitar. 

Ese día vino con su maravillosa volkswagën, de la que te enamoras tan solo al divisarla. Tuve el honor de viajar en ella, entre paredes de madera, telas mallorquinas, olor a sal, ilusión en cada detalle, inspiración por doquier!

Tenía la responsabilidad de hacer sentir a Xavi confianza plena en nuestra primera 12+1, él se puso en mis manos, y yo debo sostener esa responsabilidad durante toda la sesión. 

Estoy muy contenta de cómo resultó nuestra experiencia. Xavi estaba feliz en su refugio creado con sus manos, una parte de hogar en él. Y allá podía ver un brillo en su mirada que debía estar en una de las 12.  

Tras un breve recorrido al lado del mar, paseamos entre maderas azotadas por vientos ya tan antiguos, sinergia de emociones. Xavi lleva esas mismas texturas en sus manos, en su piel, se le nota el baño de sol y sal que crece con él. Yo, amante de la madre naturaleza, de ese mar salvaje, de ese sueño que hay bajo la marea, soy una gran admiradora de su trabajo.

Espero que disfrutéis de esta sesión y del trabajo que realiza Xavi y que podéis visitar en su nueva WEB, no os la podéis perder!