Reconozco que la ‘12+1’ me daba cierto respeto, no acababa de disfrutar con la idea, hasta que me he dado cuenta de que es un proceso precioso; sí, un proceso, porque requiere de un trabajo previo de investigación e inspiración, de planificación, luego, llevar a cabo esa fusión entre guión y espontaneidad junto a una persona que se pone en tus manos, y confía.  Más tarde, sigue el revelado del fruto de todo eso. Y finalmente la elaboración de esa pieza única, que pronto voy a desvelar, y que tanto tarda, porque trato de dar con una fórmula adecuada, esto es un comienzo, y hace falta mucho ensayo. 

Y está el momento, en que todo ello lo vuelcas en sus manos, y esperas que toda esa aventura sea correspondida. 

Así Laura se dejó caer en mis manos. Y confiamos la una en la otra, y fue precioso. El arte fluye por cada poro de Laura,  a través de sus manos, de su mirada, de sus gestos y del cariño que le sale sin querer. 

He intentado captar todo ello, en 12 fotos, fruto de unas horas juntas, de un estudio previo, dejándome llevar por sus dibujos, sus fotos, su hogar, su música, su historia, adentrándome en la superficie de su universo. Y yo creo, que bailamos esas 12!

Podéis ver más sobre la sesión aquí.